La bodega San Juan se fundó el 11 de Junio de 1912 por Don Juan Rodríguez Quegles y su esposa Carmen Millán Socorro. La adquirieron del teniente Manuel Marcos Benítez, que había participado en la Guerra de Independencia de Cuba.
Don Juan Rodríguez Quegles fue fundador de la banca en Canarias y un gran empresario mercantil. Sus negocios le llevaban a comerciar sobre todo con Cuba, de donde trajo las maderas con las que se fabricaron los techos del lagar y del almacén de la Bodega (hoy reconvertido en salón de eventos, que se conserva en buen estado).
A principios del siglo XX, con Don Juan Rodríguez Quegles al frente, la bodega cobró mucha importancia en Europa. La plaga de la filoxera que, desde finales del siglo XIX arrasó el Continente y casi toda la producción, hizo que los vinos de Canarias exentos de dicha plaga fueran muy codiciados y valorados desde esa época.
Ya entonces la bodega era visitada con asiduidad por cruceristas, ingleses en su mayor parte, que venían a hacer lo que se conocía como “la vuelta al mundo”. Se alojaban en el hotel escuela, venían a la finca a comprar vino y ver las instalaciones, y los mercaderes aprovechaban para montar sus puestos de artesanía, y las parrandas venían a amenizar la visita. Después de visitar la bodega, iban a la Atalaya a comprar alfarería y luego a ver la caldera de Bandama.
La Guerra Civil marca un antes y un después en la bodega. De hecho, se pierde un poco la pista de la historia durante esos años y la actividad se ve reducida durante el periodo bélico. Tras la Guerra, el abuelo de la actual dueña, Don José Millán Rodríguez, toma las riendas y obtiene los primeros vinos, que cobran importancia dentro de la antigua denominación de origen Monte Lentiscal.
Durante esa época era especialmente codiciado el vino de licor moscatel, comercializado tanto entre el público extranjero como en el mercado nacional, donde se puso de moda en sobremesa y como aperitivo. Aún hoy día acuden antiguos clientes preguntando por él. También cobró mucha importancia el vino tinto, por sus características organolépticas, propias de la zona, un vino con mucha personalidad.
Don José es el fundador del museo del vino de nuestra bodega. Tras recopilar maquinaria y accesorios antiguos de la actividad desarrollada desde principios del siglo XX, aprovechó las dependencias contiguas al lagar. Se ofrecía a los visitantes una exposición de la historia de la bodega y una muestra de las técnicas antiguas de producción de vino, de recolección tradicional y del tratamiento de calidad que se dispensaba.
Tras Don José, la siguiente generación toma el testigo: son sus hijos Juan Carlos, Gabriel y José, y también Javier, hijo de José, quienes de forma alterna siguen con la producción y con las visitas turísticas. Esta época, más moderna, trajo consigo la vertiente más didáctica para los visitantes, con colegios y turistas que venían a visitar una actividad con historia que conservaba el sabor artesanal.
A partir de 2006 las condiciones del mercado cambian, el desarrollo de la actividad se ve afectado de las circunstancias del país y se decide hacer un alto en la producción. La uva se vende a otras bodegas de la denominación de Origen y la Bodega San Juan entra en una fase de letargo.
Es a principios de 2017 cuando Cristina Millán (la quinta generación) hija de José y hermana de Javier, estando embarazada de Inés (la sexta generación), decide poner de nuevo en marcha la bodega. Durante su infancia ha absorbido la tradición y el buen hacer de sus abuelos, tíos y familia, a los que ha añadido su propia formación como Ingeniero Agrónoma así como diversos máster relacionados con la viticultura, enología y dirección de empresas. Tras entrar en contacto con Carmelo Peña, un joven enólogo gran canario con gran experiencia en bodegas punteras en Portugal y España, se reanuda la producción de vino y se acondiciona la finca para facilitar las visitas turísticas.
La bodega consta de tres lagares con dos prensas, una de ellas única en Canarias: la prensa de husillo traída de Francia, Lyon. El volumen medio de producción es de unos 6000 litros aproximadamente. Las variedades que existen en la finca son en su mayoría listán negro, y también en menor cantidad, negramoll, listán blanco y malvasía y moscatel en menor proporción.
En esta primera cosecha de la nueva etapa (2017), con 2,41 hectáreas de cultivo en una finca de 5 en total, se ha producido vino tinto, Mocanal, con las variedades propias Listán negro y Negramol. Pero la idea es producir en un futuro cercano vino blanco, recuperando el vino de licor moscatel que dió fama a la Bodega San Juan hace años.
EL FUTURO
El objetivo de la bodega es mantener la tradición y aplicar los avances y conocimientos que se han producido a nivel agrícola y en la producción de vino. En un futuro cercano, la Bodega San Juan quiere volver a producir vino tinto, blanco y licor moscatel.
Otro de nuestros objetivos es convertir nuestra finca en un símbolo del vino ecológico canario, habilitándola para que sea visitada todos los años por turistas (para conocer la tradición, cómo se produce el vino hoy, para degustar los productos autóctonos). Y por supuesto, hacerla accesible a gente de nuestra tierra, para que conozcan la historia y la actualidad del vino en Canarias.
Además se quiere potenciar el salón de eventos para catas, exposiciones, comidas de empresa (con catering), bodas, eventos de empresa, bautizos, comuniones, celebraciones, etc…
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